INGRATO
Dices que estás cansado de su cariño,
de sus besos y sus abrazos espontáneos,
que tu nombre en su voz es un fastidio,
que te has cansado que te busquen ya sus manos.
Tú qué me has contado cuanto te ha querido,
cuantas veces ha abrazado tu alma destruida;
vienes a decirme que te sientes aburrido
y que ha llegado el tiempo de la despedida.
No tomes decisiones tan de prisa.
Es que acaso tan pronto has olvidado
que fue su presencia y su sonrisa
las que acobijaron tu corazón, ahora, ingrato.
Ve ahora que aún estás a tiempo
y cuídala con el cariño que ella te ha ofrecido
por que si no sé que llegará el momento
en el que te sentirás, inevitable cada noche, arrepentido.
luis m. vicente
Viernes 16 de febrero del 2018