La vida de un escritor (parte 2)
(Luis M. Vicente)
Camino mirando de un lado a otro, buscando algún elemento
que despierte mi creatividad y me haga escribir una historia que ocurra solo en
mi cabeza.
Unos gatos corriendo por los techos, maullando fuertemente, me hacen
levantar la mirada. Pobre gato, lo que le espera si lo alcanzan, pero supongo
que el amor siempre es una actividad de alto riesgo, y mientras más amas, más
posibilidades de perder. Aquel gato habrá amado con tal pasión como para que esté
en juego su vida. Todos sabemos que sí.